Sin embargo una de las áreas en las que aún no había ingresado era los asistentes de voz, un mercado emergente que ha tomado mucha popularidad gracias a Siri de iOS.
¿Qué hace Cortana?
Simplemente responde a comandos de voz, pero no dejemos que esta simple explicación le quite méritos, desde indicar que queremos llamar a alguien, también podemos establecer alarmas y muchas más acciones como preguntar que restaurante está cerca de nuestra ubicación y a pesar de ser la voz su principal atractivo también podemos prescindir de esta cuando interactuamos.
Este servicio de asistente personal, tiene la capacidad de recopilar nuestros datos, de forma que nos ofrezca una experiencia más personalizada, con ello logra una especie de humanización de la experiencia de usuario.
Otra de las grandes características de Cortana son las horas de silencio, podemos configurarlo de tal forma que a ciertas horas del día podemos silenciar las notificaciones, evitando así el momento incomodo en que llega una notificación y nos molesta el ambiente. Sin embargo como sabemos que podemos tener un contacto que no podemos ignorar o una aplicación que queremos que nos notifique, podemos establecer excepciones, así nos aseguraremos de que nuestra madre, novia o esposa siempre pueda llamarnos y ubicarnos.
Esto hace que se produzca cierta imprecisión a la hora de ejecutar algunas de las instrucciones que le pidamos a Cortana, esta es una lucha que tiene muchos años con todos los sensores activados por voz, sin embargo es algo inevitable por lo que tendremos que esperar que todo siga evolucionando.
Finalmente podemos decir que Cortana ha iniciado con el pie derecho su camino, lo que pone a Microsoft en buena posición para continuar atacando el mercado y sumando clientes y usuarios, tal vez este asistente de voz pueda ayudar a darle un empujón a Windows Phone en el mercado móvil.
Este 2014 pinta muy interesante para el mercado de aplicaciones, donde tal vez se decida lo que va a ser la tendencia para los próximos años, con ello quien pueda establecer el factor sorpresa y de vanguardia tendrá la opción de forzar a la competencia a subirse a su carro.
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