Ya revisamos cinco errores comunes que se cometen en Facebook, y que debemos evitar a toda costa. Aquí te dejo cinco recomendaciones más de cosas que es mejor no hacer en esta red social.
Hacer “humblebrag” significa alardear de algo, pero hacerlo de forma “humilde”, para que los demás no se den cuenta de que estás alardeando. Pero créeme, lo saben.
Si estás orgulloso de algo, acéptalo y celébralo (sin hacer spam, eso sí). A quienes les interese, celebrarán contigo, y a quienes no, se abstendrán. Es normal. Pero no hagas “humblebrag”, ya que todo el mundo sabe leer entre líneas y entenderá que realmente estás alardeando sin querer parecer presumido. De hecho, esto puede hacerte parecer aún más presumido.
Todos entendemos lo adictivo que puede llegar a ser un juego, pero el hecho de que tú sufras de esa adicción no quiere decir que todos tus contactos también la padecen. Limítate a enviar esas notificaciones de Farm Ville, Candy Crush, etc. a las personas que ya sabes que están jugando.
De resto, la mayoría de tus contactos encontrará esta práctica como irritante y terminarán por eliminarte de sus amigos.
Es común ver publicaciones como “Mejor día de mi vida entera”, o “Ahora ya sé quiénes son mis verdaderos amigos”. Si te pasó algo, positivo o negativo, y quieres compartirlo, hazlo (sin hacer Spam), aunque mi recomendación general es dejar los problemas personales en el plano de lo privado.
Básicamente, sé claro y transparente con lo que publicas en Facebook, sin revelar detalles personales que no sean necesarios, pero dando a entender claramente el objetivo de tu post.
Y si lo que estás es buscando atención porque te sucede algo o necesitas compañía o lo que sea, no recurras a Facebook. Ponte en contacto con tus amigos o familiares de forma directa; una red social no es el lugar para lanzar gritos de ayuda.
Todos tenemos días frustrantes en el trabajo, pero mejor no publiques en Facebook cuánto odias tu trabajo y todas las maneras en las que te imaginas asesinando a tu supervisor.
Actúa siempre bajo la premisa de que todo lo que coloques en Internet es público y puede ser visto por cualquier persona, incluyendo tu actual empleador o tu futuro jefe.
Si no te manejas con cuidado, puedes terminar reprendido o, en el peor de los casos, sin curro.
No te cambies tu nombre a “Tortuga Jocosa” o cualquier otro nombre incoherente que se te ocurra. Ya es lo suficientemente difícil recordar los nombres y apellidos de todos tus contactos, como para que además tengas que recordar sus nombres alternativos que resultan ser chistes que solo él y su mejor amigo entienden.
Esto es un no-no sobre todo si tienes o planeas tener contactos profesionales en tu Facebook, o si tienes un perfil relativamente público y estás en una posición en donde las personas te van a Googlear. Por ejemplo, si tienes una startup y estás buscando inversionistas, no se verá nada bien que cuando encuentren tu perfil vean que te llamas “Sexy Lover” en lugar de “Pedro Pérez” en Facebook, y te reconozcan únicamente por tu cara.