Se les conoce como drones, cuadricópteros y multirrotores, y podemos decir que, junto con los terminales de Realidad Aumentada, se trata de los dispositivos que han venido a sacudir un mercado saturado por modelos demasiado similares de smartphones y laptops.
Si la Realidad Aumentada nos está permitiendo rebasar los límites de la pantalla y adentrarnos en los juegos de vídeo, los drones han llegado para permitirnos ver más allá de nuestros dispositivos y observar el mundo en tiempo real desde la perspectiva de los pájaros.
Los drones son una puerta a una nueva manera de ver y registrar la realidad… Y sin duda el usuario querrá hacerse con el que le ofrece las mejores prestaciones (resolución de cámara, navegabilidad, autonomía de carga y resistencia)… pero una vez que revisa los catálogos se encuentra con marcas desconocidas, con una gran variedad de modelos, con gran divergencia de precios de un modelo a otro, y una serie de especificaciones variadas y confusas…
Como toda tecnología emergente, los drones están en un proceso de crear su propio mercado y sus reglas de comercialización. En tanto eso sucede, el consumidor se encuentra a ciegas y en manos de la suerte para elegir el mejor modelo, que le dé la mejor relación calidad-precio.
Por ello hemos preparado este ránking y guía de compra, con una selección de los mejores drones que se pueden encontrar actualmente.
1. Guía de compra
Los pequeños dispositivos que llamamos drones, basados en esta tecnología, se han creado con fines recreativos, para la fotografía aérea y videografía profesional, así como el transporte de pequeñas cargas, tareas de revisión de construcciones, como puentes y chimeneas industriales, y para realizar un seguimiento de la fauna, entre otros usos.
Un componente esencial de los drones es su procesador, que permite un mejor pilotaje con el control remoto (los hay nativos o a través de aplicaciones de smartphone). Los modelos más económicos requieren de constantes correcciones en el curso a través del control remoto. Los mejores pueden evitar obstáculos, corregir de manera sensitiva su rumbo y descender en lugares preestablecidos, así como enviar la imagen que registran a un dispositivo (smartphone u ordedenador) en tiempo real.
Para que la cámara ofrezca mejores resultados debe contar con un cardán: un giroscopio (cardán) que estabiliza a la cámara cuando se encuentra inclinada o si el drone vibra.
- Debe estar a la vista de su operador, sin superar los 120 metros de altura.
- Debe operarse sólo en zonas especiales para su uso o despobladas: nunca sobre multitudes ni en zonas residenciales
- Los daños causados por el drone son responsabilidades su operador
- Hay que añadir que salvo modelos muy pequeños de drones, no están hechos para volar en el interior.
Por ello, al momento de la compra, es necesario elegir aquellas marcas que ofrecen sus modelos con al menos un repuesto por cada rotor (dos que giren se sentido del reloj, y dos que lo hacen en sentido opuesto).
2. Los mejores drones del 2016
Con una sencilla cámara que permite recibir vídeo en vivo, este pequeño cuadrocóptero es uno de los primeros en ofrecer una construcción sólida y una buena y sensitiva respuesta a sus aplicaciones de control remoto.
Este es el primer cuadricóptero de la línea de Revell, y el primero que en 2015 no necesitó de ningún tipo de montaje por parte del usuario. Funciona a base de cuatro pilas AA en el aparato y en el mando a distancia (que requiere de una aplicación instalada en un su teléfono iOs —siempre que sea un modelo más peque {os que un iPhone 6 Plus— o un Android).
El X-Spy es el más pequeño de su clase: mide sólo 148x148x45mm. Tiene una cámara montada en la parte inferior.
Se vende con un juego de repuesto de sus cuatro rotores. Hay que decir las hélices son frágiles y se quiebran con facilidad si el cuadrocóptero golpea un objeto contundente.
Desde la app del teléfono es posible ver vídeo en directo desde el drone, siempre que se cuente con red Wi-Fi.
Su aplicación de control es realmente muy sensitiva, y el drone se puede manejar a través del joystick del control remoto, con los dedos sobre la pantalla del teléfono o mediante inclinaciones del smartphone.
La mala noticia es que aunque Revell asegura que el modelo posee grabación de vídeo en HD, la resolución de su cámara es de apenas 320x280 píxeles. Lo justo para un vistazo desde una decena de metros. El control no cuenta con ranura para microSD, de manera que el vídeo se graba directo al teléfono.
Sólo cuenta con una independencia de vuelo de 5 minutos. La carga de sus baterías toma 100 minutos.
Este es el modelo ideal para volar en interiores. Pequeño y eficiente, se desprende del uso de un control remoto nativo, y se puede manipular desde la tableta o el PC. La gran ventaja es que eso reduce su costo de manera bastante notable. Algo a considerar si se sabe que, además de los vuelos en corto dentro de una habitación, este drone puede lanzarse al exterior, con una más que buena autonomía de vuelo.
Es un excelente modelo si se desea usarlo (por ejemplo) a través del iPad o mediante un teléfono inteligente. Su aplicación permite manejar el drone con movimientos de los dedos, a través de un joypad virtual y en modo ACE, para los amantes de la velocidad. En todos los casos el teléfono permite observar a través de la cámara del teléfono en tiempo real. Ofrece vuelos programados, pero es necesario comprar una actualización de la app para poder usarlos.
Con un peso de cerca de 400 gramos, mide 2x27x26 cm. Posee una cámara eficiente de 1080p, que no viene con estabilizador de imagen, con 14 MP, y grabación de vídeo en una memoria interna. Transmite live feed.
Puede realizar vuelos de ida y vuelta, y siguiendo a su controlador.
Los amantes de GoPro ya tienen si propio drone para realizar emocionantes grabaciones en vuelo. El Xiro Xplorer G es un drone muy económico al que se puede ensamblar una cámara GoPro (Hero3 y Hero4). La desventaja en este caso es que hay que disponer de la cámara, pero a favor de este drone es que posee un cardán que estabiliza la cámara en condiciones de vientos en contra, y le permite tomar imágenes definidas.
El cardán está adaptado a las cámaras GoPro, y puede desprenderse para colocar una cámara de otro tipo, o usar el drone sin cámara alguna para volar solamente. Llega con un puerto USB al que se conecta la cámara, y recibir imágenes. Puede conectarse todo tipo de cámaras.
Posee luces inferiores para mejorar la visibilidad y patas extensibles para suavizar los descensos.
Se incluyen en el paquete dos sets de rotores y una batería recargable. Su autonomía de vuelo es de hasta 25 minutos (una de las mejores del momento). Posee modo de vuelo de ida y vuelta.
Su control remoto posee una app para iOs y Android, y hay quejas de que su clip no es suficientemente grande para los modelos más grandes de smartphones (así que ni hablar de tabletas). La aplicación nativa permite el manejo de la GoPro y muestra un cuadro para el visionado en tiempo real de la cámara.
La aplicación tiene una función que, en el caso de que el drone se haya perdido de vista, se activa y devuelve el aparato a su punto de partida.
Una de las ventajas es que su control remoto limita su capacidad a una altura de 50 metros, una distancia de 120 metros y una velocidad de 6 metros por segundo. Limitaciones que impiden que el aparato llegue a perderse o salir del radio de control.
La calidad del vídeo que se obtiene depende (desde luego) de la cámara que se use: el GoPro Hero4 puede grabar en 4K.
El distintivo al drone con mejor cámara nativa le corresponde a este Hobby Blade Chroma de Horizon, que ofrece una cámara que puede realizar live feed con calidad 4K. Y si bien parte del precio a pagar por esta posibilidad es que se trate de uno de los drones más pesados (1 kilo 800 gramos), lo cierto es que la calidad de su imagen en tiempo real lo hace ideal para transmisiones en vivo y estudios estructurales.
Entre sus ventajas adicionales dispone de una autonomía de vuelo de 30 minutos, de las más altas que se presentan en el mercado, y un control remoto con pantalla táctil Android, que permite evitar el uso de un Smartphone. Su joystick es uno de los más sencillo de manejar: a la izquierda se ajusta la velocidad y la altura; a la derecha los movimientos de giro y estabilización. También permite el manejo de la cámara.
El control posee una pantalla de 5 pulgadas LCD que sólo posee una resolución de 480p, por lo que para disfrutar del live feed en 4K es recomendable enviar la señal a una pantalla externa.
Es un modelo pequeño (31x52x52 cm), cuenta con GPS, y su velocidad de vuelo promedio es de 24 kms/h.
Este Chroma es reconocido por su capacidad para quedarse inmóvil en un punto. Sólo se puede alejar a 200 metros del punto de partida, y siempre a una altura inferior de 150 metros, si bien su control tiene un alcance de hasta 2500 metros.
Posee modos de seguimiento al control remoto (con la cámara apuntando al control) y el bloqueo de seguridad que hace al drone regresar a su punto de partida en caso de extravío. A los 25 minutos de vuelo, el drone está programado para regresar.
La calidad de su imagen es muy buena, si bien cierta sobreexposición es inevitable, y deberá ser corregida con un buen equipo de edición. Nos podemos olvidar, con este modelo de cámara CG03, de la visión de ojo de pez, tan habitual en drones con cámara nativa.
Aunque este drone deja en manos de GoPro la calidad de la imagen (hay que disponer de una cámara de esta marca para montarla en el cuadróptero) hay un consenso generalizado de que no hay un drone de mejor vuelo, mejor construcción y mejores prestaciones que este Typhoon.
Si se posee una cámara de las últimas generaciones GoPro (Hero4 Silver y Hero4 Black) no hay que dudarlo, pues este drone es una compra obligada, pues permite vuelos estables, amplios, con una excelente calidad 4K para realizar live feed o grabación de vídeo.
El Typhoon GBEST es un drone grande y pesado, pero de una firme construcción, que lo hace estable en el vuelo y resistente a las incidencias. Mide 21x41x41 cmts., con un peso de un kilo 200 gramos. Tiene un chasis de plástico con un cardán asentado en un tren de aterrizaje, flanqueado por dos grandes puntales. Este cardán se puede desmontar para llevar en su lugar un SteadyGrip: un transmisor que envía la señal de vídeo al control remoto.
La imagen enviada por el SteadyGrip es notable, pero por desgracia requiere de ocho baterías AAA.
Alcanza una velocidad de 24 kms/h. Su control remoto tiene joysticks para encender y realizar el despegue/aterrizaje, controlar la dirección y un tercero para controlar manualmente el cardán y estabilizar (de ser necesario) la imagen.
El control remoto nativo cuenta con su propia pantalla LCD táctil de 5,5 pulgadas que muestras las incidencias y lecturas del vuelo, y activa la grabación de la GoPro, que también puede volar sin realizar grabación alguna. Si bien es de muy baja resolución, es eficiente para seguir de cerca lo que está haciendo el drone en las alturas.
Se puede volar usando el control remoto de manera manual, o en modos Follow me (para seguir al control remoto en movimiento) y Watch me (que sigue y graba en vídeo al control remoto en movimiento). Puede alejarse hasta 900 metros del punto de partida. Los usuarios que lo han usado reportan que se vuelo es limpio, firme y que sigue al instante las instrucciones del control y que es inerte ante las turbulencias.
Tiene una autonomía de vuelo de 20 minutos, y la carga de sus baterías toma dos horas.
Uno de los drones más sencillos de manejar y con una de las mejores cámaras del mercado. Entre sus funciones posee vuelos programados con retorno al punto de partida y sensores para evitar los obstáculos. Su atractivo diseño ofrece uno de los vuelos más rápidos, gracias a una cubierta de plástico lisa y redondeada.
Mide 18x28xx28 cmts.
Es uno de los drones más caros (por arriba de los mil euros), pero posee algunos de los extras más notables del mercado. Para comenzar, un maletín para transportarlo a todas partes con comodidad, y donde caben sus rotores extras, sus baterías (incluye un juego), su cargador y su control remoto.
En su cuerpo hay un puerto USB y ranura para tarjeta microSD, gracias a las cual se puede grabar el registro de la cámara sin necesidad de enviar la señal a un smartphone.
Su control remoto es sensible e intuitivo, y posee un soporte para el dispositivo que albergue la app optativa para manejar el Phantom, en donde cabe desde un smartphone de 5 pulgadas hasta una tableta.
La aplicación de este dron (para iOs y Android) además de ser sensible y responsiva, ofrece mapas de las zonas permitidas de vuelo del drone, y evita que el aparato salga de ellas, y vuele sobre zonas ilegales.
Se puede usar para vuelos en interior. En áreas abiertas cuenta con GPS para seguir su ruta desde el control remoto.
El drone cuenta con aspectos del vuelo automatizados, que no requieren de la activa participación del usuario (como el despegue y el aterrizaje). Se puede manejar a través del joystick o con los dedos sobre el teléfono en modo manual, o a través de rutas programadas de vuelo, con base en recorridos previos. Por ejemplo “Point of interest”, un modo de vuelo en el que el drone ejecuta círculos perfectos alrededor de un punto sin la intervención del usuario. O el “Follow me”, en el que el drone sigue al control remoto.
En todos los modos de vuelo el drone cuenta con sensores de seguridad que evitan obstáculos. En el caso de objetos insalvables (como un edificio muy alto) el drone se detiene en el aire y espera las instrucciones del usuario, pero deshabilitando el avance frontal.
La aplicación cuenta con un simulador de vuelo para entrenarse en su ejecución.
Este Phontom es uno de los drones más rápidos del mercado, pues alcanza hasta 80 kilómetros por hora, con una rápida aceleración. Llega hasta los 1,300 metros de altura sin que se pierda la señal de vídeo.
El Phantom es uno de los drones más estables que se han comercializado, gracias a unidades de medición inercial duales (IMU) duales, su GPS y una estabilización satélite GLONASS: resulta inerte hasta en los cambios repentinos en la intensidad del viento. Cuenta con sonar y un sistema de posicionamiento, que ajustan el vuelo a los cambios en el suelo cuando se opera a baja altitud.
Su autonomía de carga va de los 4 a los 28 minutos por vuelo, según la velocidad y altitud a la a que se opere. Requiere de una hora para cargar completamente una batería.
La cámara del Phantom posee lentes de 20mm, con un ángulo de 94° en diagonal (casi el total de la visión del ojo humano), con una apertura de diafragma de f/2.8. Una configuración que les permite grabar video en calidad 4K (4096x2160 pixeles), y realizar fotos en JPG, Raw DNG, o Raw+JPG con una resolución de 12 MP.
La aplicación de control permite grabar a diferentes velocidades de cámara, y hacer edición desde el búfer del drone.
1 Comentarios
Marcos Gutierrez
jun 19 2016 12:28
Buenas, genial artículo comparando drones, tenía algunos en mente con ganas de poder usarlos. Haber que tal si me animo a pillarme uno.