Elon Musk pone a la humanidad rumbo Marte

No es noticia el interés de Elon Musk (1971, Petroria) de descentralizar nuestra estancia en la Tierra creando una civilización en Marte. Mucho se ha venido hablando de un proyecto que pretende hacer realidad los primeros esbozos y dudas interplanetarias plasmadas en el cine por Christopher Nolan, entre otros (Insterstellar).

 

Desde Solvetic, nos preguntamos si el sueño de este genio surafricano se hará realidad y sobre todo, si el mismo es sostenible. Musk, amante de las novelas de Isaac Asimov, lo tiene bastante claro: “Podemos permanecer en la Tierra esperando una extinción final. O convertirnos en una especia multiplanetaria’. Despegamos.

 

 

 

Siguiendo las similitudes cinematográficas, la figura de Elon Musk es lo más parecido que nos podemos encontrar al multimillonario Tony Stark, personaje que da vida al superhéroe Iron Man (factoría Marvel). Tal es el parecido entre ambos, que cuando a Robert Downey Jr le ofrecieron la posibilidad de interpretar a Starck, lo primero que pidió es poder reunirse con Musk.
A su vez, Jon Favreau (director de la película), que reconoció haberse inspirado en Musk para desarrollar su versión de Iron Man, declaró de él que “es un modelo de entusiasmo, buen humor y curiosidad. Un hombre del Renacimiento en una era que necesita de ellos”.

 

Sus inicios no fueron fáciles, como cualquier superhéroe que se precie. En su niñez, aficionado desde muy temprana edad a autores clásicos como Schopenhauer y Nietzsche, fue víctima de acoso escolar. Creció bajo la cultura afrikáner blanca prevalente en Pretoria, que glorificaba los comportamientos machistas y a los deportistas con fuerte carácter.

 

Tras pasar varias semanas en el hospital después de sufrir una fuerte paliza, siempre que se le pregunta por su infancia, la recuerda con cierta amargura: “La mía no fue una infancia feliz, sino triste, pero supongo que eso ayuda”. La vida, una vez más, fue justa para un genio precoz que tuvo que huir de su país ante la extrema violencia. Con una fortuna cifrada en 8.000.000.000 de dólares, para muchos, el científico (graduado en Física y Economía en la Universidad de Ontario) es algo más, es el verdadero heredero de Steve Jobs, un genio de carne y hueso capaz de influir en los hábitos de la especie humana. Sus principios dicen mucho de él: Energía Limpia, Innovación, Exploración.

 

Profundizando en el personaje, Musk es en la actualidad presidente de Solar City (desarrollo de sistemas de energía alternativa para uso doméstico), director ejecutivo de Tesla (vehículos electrónicos) y Space X (trasporte espacial con destino Marte). Y si fuera poco, es uno de los principales impulsores del proyecto OpenAl, iniciativa que investiga el funcionamiento de la inteligencia artificial. Su objetivo es evitar que las máquina puedan dominar a los humanos (Skynet, ¿os suena de algo?).

 

 

 

Aunque 2024 parece estar todavía muy lejos, recién estrenado 2017, tan solo quedarían 7 años para que Musk, a través de su programa SpaceX, envíe a 100 personas al planeta rojo en busca de asentar la primera colonia humana en Marte. Aunque ya han aparecido las primeras voces que dudan sobre la viabilidad del proyecto (intensa radiación y riesgo alto de cáncer de los pasajeros), el científico surafricano nacido en la lejana Petroria, ha cuantificado el viaje en coste y tiempo. Por una cantidad cercana a los 160.000 €, cualquier persona intrépida podrá poner rumbo a Marte en un viaje con un duración fijada entre los 30 y los 80 días. Dato importante, el mismo será de ida y vuelta si alguno de los 100 elegidos decide retornar a la Tierra. Matthew McConaughey no tuvo tanta suerte en Insterstellar…

 

Musk lo tiene todo calculado. En un primera fase, (2018 y 2020), realizará primeras tomas de contacto con misiones no tripuladas. El objetivo es localizar zonas con abundancia de agua, zonas donde el aterrizaje sea el más óptimo y recopilar información que permita al ser humano llevar la máxima cantidad de material de interés.

 

Pero no se conforma con Marte. Una vez demostrada la posibilidad de poder colonizar el planeta rojo, su objetivo es poder adentrarse en cualquier otro lugar del Sistema Solar. Ya existen primeros nombres encima de la mesa, como las lunas Europa y Encélado y el planeta Júpiter.

 

 

¿Qué harán los pasajeros mientras se desplazan a Marte?, ¿cuánto tiempo les costará entrenarse para adentrarse en el proyecto? Primeras preguntas que ha tenido que responder Musk. Preguntas con respuestas. Según el CEO de SpaceX, el denominado ITS (Interplanetary Transport System), vehículo donde se alojarían los primeros aventureros, será un emplazamiento agradable que contará con diferentes lugares de entretenimiento (áreas de cine y cafeterías).

 

Respecto a la preparación, nada de entrenamientos militares ni pruebas de exigencia extrema. Según Musk, los participantes del proyecto tan sólo se tendrán que preparar unos pocos días para embarcarse en el viaje rumbo a Marte.

 

 

Si por algo se ha caracterizado Elon Musk en los diferentes proyectos que ha llevado a cabo (la mayoría con éxito) es por trabajar en modelos sólidos y sobre todo, sostenibles. En esta ocasión, su aventura especial se asienta en tres pilares: transporte reutilizable, combustible producido en Marte y repostaje en órbita.

 

 

Cuando hablamos de cohetes producidos con materiales reutilizables, hay que tener en cuenta que de momento el proyecto se sustenta con la inversión realizada por Musk y por el beneficio derivado de sus empresas. La tendencia lógica es que el proyecto evolucione hacia la financiación hibrida entre lo privado y lo público, ya que si el científico surafricano demuestra la viabilidad de viajes interplanetarios, SpaceX se convertirá necesariamente en patrimonio de la humanidad.

 

 

Amistades peligrosas

 

Tras el nombramiento de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, una de las primeras decisiones tomadas fue crear un consejo asesor económico conformado por primeras espadas como Travis Kalanick (fundador de Uber) o el propio Elon Musk.

 

Poco ha durado la estabilidad del comité de asesoramiento, ya que tras la polémica suscitada por las políticas migratorias lanzadas por Trump, Kalanick se ha visto obligado a bajarse del barco ante el temor de que su asociación con el recién proclamado presidente le pudiera afectar directamente a la estabilidad económica de su imperio.

 

A diferencia de Kalanick, Musk se mantiene de momento alrededor de la Administración Trump. Bajo su punto de vista, estar cerca de Donald Trump le permitirá mantener un diálogo que acelerará sus metas futuristas: “Podré expresar nuestras objeciones a su decreto sobre inmigración y proponer sugerencias para cambiar esta norma. Debatiré sobre problemas críticos y pondré cierto equilibrio para conseguir un bien mayor”. Palabra de Elon Musk.