A fin de cuentas lo más importante es tener un gran ambiente de trabajo, donde la presión sea algo positivo y por exigencias del proyecto, no una presión por mala organización de parte y parte por haber caído víctimas de la seducción de un trabajo a distancia que no se cumple.
Disponibilidad y Reporte
La posibilidad de tener un espacio propio de trabajo ya sea en casa o en otro lugar puede prestarse a una confusión con el horario y la forma de reportarse, el hecho que no haya una sede fija, que el trabajador hoy este en su casa y mañana en una piscina, no quiere decir que no tenga reglas al momento de estar disponible.
De hecho esto hace que reportarse sea más vital ya que la comunicación fluida es lo que ayudará a que no se vuelva un desorden, si es un trabajo en horas de oficina podemos emplear servicios como Skype o Gtalk para estar en contacto con el recurso y hasta podemos establecer que envíe una cantidad de correos al día de seguimiento.
Contacto Personal
Es posible que todo esto nos pueda conducir a que nunca nos veamos cara a cara con el empleado, este es un grave error al menos dos veces al mes debemos establecer reuniones presenciales, que permitan mantener una química de trabajo, alquilar un salón de reuniones, convocarlos a la oficina principal, etc.
Con ello logramos estar en un piso sólido, las expresiones corporales y la actitud nos pueden decir mucho más que unos números en un reporte, recordemos que aunque las metas son importantes, el mantener un equipo sano puede ser incluso mejor que un cumplimiento del 120%.
Como vemos la tecnología nos facilita ofrecer mejores herramientas a nuestros empleados de lo que se podía hacer hace una década y con cada avance podemos reducir costes y aumentar beneficios tanto económicos como en ambiente laboral.
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