El concepto de publicidad nativa, que últimamente esta tan de moda en el marketing online, no es algo nuevo. La publicidad nativa, es una nueva vuelta de rosca a una actividad de marketing, tan vieja como popular, el emplazamiento de producto o product placement, que se popularizo en la década de los 80 y es básica, en la financiación, de la industria audiovisual.
Esta práctica, adaptada a Internet, parece ser la solución para entrar en las mentes y por ende en los deseos de los usuarios de red.
Los internautas, se han acostumbrado a esquivar estímulos publicitarios, después de tanto bombardeo, en forma de pop-up, su sensibilidad ante la publicidad online ha hecho callo, siendo cada vez más difícil sorprenderles y, lo más importante, persuadirles.
Con la publicidad nativa, se ocultan los mensajes publicitarios, que el usuario percibe mientras está atento a contenidos de su interés.
Se trata de incluir la publicidad online dentro de la actividad que realiza el usuario. En vez de molestar con anuncios, se intenta conectar con los usuarios dándoles contenido que consideren relevante.
El objetivo es que no huya de la publicidad, debido a las barreras que ha ido construyéndose por tanto anuncio.
El internauta, se muestra más receptivo a los mensajes, que provienen desde webs conocidas o de su interés y que no estén centrados en la venta, sino que le ayuden a disfrutar del contenido seleccionado.
No obstante, los expertos, en su mayoría, están de acuerdo en que aún es temprano para medir la eficacia y repercusión que esta práctica tiene sobre los clientes.
Por lo tanto, no podemos decir con seguridad si la publicidad nativa es la publicidad del futuro o si acabará siendo una tendencia más, que quedará en el olvido, cuando los usuarios se inmunicen ante ella.
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