La forma de relacionarnos, de buscar información, incluso de trabajar lleva experimentado profundos cambios que se han acrecentado en las dos últimas décadas. Adiós fronteras, bienvenida es la globalización que, con cierto aspecto vintage o demodé, comenzó a forjarse gracias al que podríamos llamar el fenómeno del siglo
XX – XXI: Internet.
La revolución se tradujo en un cambio de parecer, general, en una transformación que ha ido de menos a más al ritmo que la conexión a Internet se democratizaba en los hogares de todo el mundo, y que ha traído un cambio permanente en la forma de vivir la vida, la forma de trabajar, y también de relacionarnos, de buscar información, conocer a gente, de estar en tiempo real conectado con el todo.
El almacenamiento en la era de Internet, acuña un nuevo término que define el movimiento, el cambio de lo físico a lo virtual, una nueva forma de entender no solo el almacenamiento, si no de administrar, ofrecer servicios con la ventaja aplastante de poder disfrutarlo sin importar el dónde estás, cuándo lo necesitas. Disponibles cuando y donde quieras: La nube.
Con este panorama, se entiende mejor el porque somos espectadores del nacimiento de empresas que con mayor frecuencia operan desde la nube, ahorrando espacio y tiempo, ofreciendo los mismos servicios que de costumbre, con el valor añadido de ser compatibles con la movilidad.
Uno de esos servicios que han empezado a servirse desde la nube es la Telefonía, precisamente uno de los territorios que ha experimentado un cambio exponencial, a juzgar por la forma de comunicarnos con otras personas. Empresas como NFON aterrizaron hace ya unos años en el sector de las telecomunicaciones para presentar una solución diferente, rupturista en cuanto a la forma de ofrecer un servicio de voz que ya existe desde hace años pero que hasta la fecha había evolucionado siempre desde el mismo modelo o patrón.
Los costes de centralita, y las permanencias interminables que pueden llevarte a una larga espera si el servicio no funciona. La centralita virtual de NFON, se gestiona a través de Internet gracias a VoIP, con una calidad de voz superior: con certificado TÜV.
El servicio es cómodo, sencillo y flexible. Porque todo es configurable desde cualquier lugar, con una conexión a Internet.
El nivel de servicio ha llevado a empresas como NFON a conseguir en poco más de 10 años 15.000 clientes satisfechos que decidieron apostar por la nube; Porque a su alcance los servicios que se han ofrecido tradicionalmente en servicio de Telefonía profesional, a los que ahora se suman ventajas de peso como el ahorro, la sencillez de instalación y gestión de nuevas extensiones, por la ausencia de ataduras y permanencias, pero sobre todo, porque en la era de Internet, la movilidad está a la orden del día.
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