La tentación del precio más bajo, la oferta de productos compatibles no originales a precios irrisorios se interpone a menudo en el camino de la compra de productos que por capricho o necesidad acaban en el carrito de la compra. Nos hacen dudar, una vez más nos vemos en la tesitura de apostar por lo económico o lo original.
¿Y si la verdadera compra inteligente implica pagar más?
Regar y cuidar la planta I+D suele dar como fruto un producto madurado, mejorado en muchos aspectos. Optimizado para funcionar a pleno rendimiento, con la mejor calidad y por supuesto optimizado en durabilidad, solidario con los elementos que lo rodean, que lo hacen funcionar, que le dan pleno sentido a su existencia.
Sin ánimo de entrar en un plano filosófico, a diferencia de otros productos, un tóner en sí mismo y consigo mismo, no cumple con un cometido de forma individual. Cumple con la misión no menos importante de formar parte de un algo, más importante, y de hacer que este algo funcione. Hablamos de impresoras si, aunque el tema bien podría extrapolarse a otros segmentos, a otros productos que solo tienen razón de ser cuando se mide con una actitud holística. Hablamos de la importancia y la responsabilidad de elementos infravalorados que hacen funcionar toda una maquinaria compleja. Del mismo modo que un motor sería presumiblemente la parte más importante de un automóvil, y lo inútil que resultaría el perfecto funcionamiento del corazón de una fórmula 1 sin la presencia de una transmisión y unas ruedas, entre otras cosas, que ayuden a transformar la energía en movimiento.
Esto no va de carreras, pero existen denominadores comunes entre el rendimiento de una máquina hecha para ganar carreras, y el funcionamiento de elementos como la impresora que nos acompañan en la vida laboral y personal. La exigencia por hacer un trabajo impecable, poder cruzar la meta sin haber sufrido averías, el tiempo es siempre el termómetro del éxito. Instrumento perfecto para juzgar también el fracaso.
La metáfora es más que clara, transparente para entender que el tóner sí es una parte importante de nuestra impresora, elemento complejo fruto de la ingeniería y la investigación. Un fórmula 1 debe funcionar con piezas que han sido perfectamente diseñadas, por y para esa impresionante máquina de ganar, así como una impresora debería del mismo modo trabajar con elementos que han sido diseñados para dar lo mejor, con la mejor calidad, con el mejor ahorro, para evitar las siempre indeseables y temidas averías.
En otros aspectos de nuestra vida, los resultados negativos que resultan de una apuesta por lo más barato como son las imitaciones, puede salirte caro. Pisando el terreno tecnológico, los resultados pueden tomar tintes mucho más dramáticos. En el caso de un tóner, no hablamos solo de la durabilidad del producto, si no de cómo puede afectar al funcionamiento de la impresora, y cómo puede entorpecer y acabar con una innecesaria reparación, en el mejor de los casos.
Si vamos a juzgar las cosas por su precio, me apunto. Pongo como condición que valoremos lo que a bien podríamos llamar el precio final de las cosas. Valoremos el precio inicial, hagamos cuentas también con la durabilidad esperada, con el rendimiento esperado. (¿sabías que un cartucho original imprime un 46% más de páginas útiles?). Hablemos de la calidad, y si los documentos resultan ilegibles, o simplemente no tienen una calidad digna del trabajo realizado, digna de ser presentado o entregado). ¿Y si tenemos que volver a imprimir, y el resultado continúa estando por debajo de lo esperado? ¿Cuál sería el precio a pagar si debemos llevar a reparar nuestra impresora,o peor aún, si nos vemos obligados a tener que comprar una nueva?
Una de las marcas comprometidas con la lucha contra las imitaciones es HP que pone en valor el tiempo y la inversión que realizan para dar con un producto mejorado y optimizado que nos permita imprimir el mayor número de páginas, con la mejor calidad, y que además cumplen y superan los criterios de calidad.
A menudo el proceso de reciclaje no se tiene en cuenta a la hora de adquirir un producto. Tampoco si existe un programa de reciclaje para evitar que los cartuchos que han llegado al ciclo final de vida acaben en la basura. Y no menos importante, contar con un programa de reciclaje que permita aprovechar el plástico empleado en la fabricación de un tóner. Más información
Te recomendamos que leas a cerca de la importancia de invertir en productos que a la larga te salgan rentables. Pero sobre todo que exijas calidades, y tomes conciencia del porqué de los precios de las cosas;
Pregúntate si eres de los que prefieren gastar menos al principio, o si prefieres invertir en calidad. Pregúntate si eres de los que piensan que el precio se mide con el tiempo, y se calcula a largo plazo. Cuando la carrera ha terminado. Sin ánimo de emitir juicios de valor, de tomar la decisión por ti, pregúntate si eres de los que prefieres salir primero, o si prefieres llegar primero a la meta.
3 Comentarios
Marcos Riera
nov 07 2018 13:29
En mi caso, he visto que el toner original aunque es mas caro, te aseguras que no rompa el tambor y tal de la impresora.
Si es empresa y la impresora es medio decente ponerle originales toner. Eso sin duda.
Sergio Maldonado
nov 09 2018 02:28
Yo en alguna impresora si me han funcionado bien los toner de reciclaje pero debo reconocer que una se me rompio por mal uso de uno de esos de reciclaje. Últimamente en la nueva compro original pero tampoco valen mucho dinero respecto a los otros.
JART
dic 02 2018 14:44
El original de HP sin duda. Pero igualmente digo, que se forran, el precio que se pide con los originales, se puede calificar de vergonzoso. En uso domestico te regalan la impresora y luego te asaltan con el toner.