Me ha llegado un correo de la Interpol
AUTOR PREGUNTA #1
Recientemente he recibido un correo electrónico que, supuestamente, proviene de la Interpol. Estoy muy preocupado por la autenticidad de este mensaje y me temo que pueda tratarse de un intento de estafa o de algún tipo de ataque cibernético. ¿Es común que la Interpol envíe correos a particulares? ¿Qué debo hacer para verificar la legitimidad de este email y asegurarme de no ser víctima de un fraude? ¿Alguien ha tenido una experiencia similar o puede ofrecerme algún consejo sobre cómo manejar esta situación? Agradezco cualquier ayuda al respecto.
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#2
Si recibes un correo que afirma ser de la Interpol o de cualquier otra entidad gubernamental o autoridad reconocida y tienes dudas sobre su legitimidad, es esencial abordar el asunto con precaución.
En primer lugar, te recomendaría que no abras ningún archivo adjunto ni hagas clic en ningún enlace que esté dentro del correo. Estas acciones podrían exponer tu dispositivo a malware o redirigirte a sitios web fraudulentos diseñados para robar tu información. Además, es fundamental no responder al correo ni compartir ninguna información personal o financiera.
Una buena práctica es comprobar la dirección de correo electrónico del remitente. Los estafadores a menudo utilizan direcciones de correo que imitan las direcciones oficiales pero con pequeños errores o variaciones. Si tienes dudas, es aconsejable que contactes directamente a la entidad en cuestión, en este caso, la Interpol, pero usando datos de contacto que encuentres de manera independiente y no los que se proporcionen en el correo sospechoso.
Te recomiendo realizar una búsqueda en línea del contenido o asunto del correo. En ocasiones, estas tácticas de estafa son comunes y otras personas pueden haber compartido experiencias similares o advertencias sobre correos específicos.
Es prudente reportar el correo sospechoso a las autoridades locales competentes en ciberseguridad o protección al consumidor. Si llegaste a interactuar con el correo, sería una buena idea cambiar las contraseñas de tus cuentas más importantes para asegurar tu información.
Es vital recordar que las organizaciones y entidades oficiales raramente solicitarán datos personales o financieros por correo electrónico. La precaución es siempre tu mejor aliado en estos casos.