Es mejor prevenir que curar, porque sobre todo quienes lo hayan sufrido saben perfectamente qué son estos términos.
Cuando hablamos de spam, nos referimos a los correos o sms de publicidad que se envían de forma masiva, y no son deseados o pertenecen a un remitente desconocido para él destinatario, pero también se conoce con ese nombre a los envíos que se producen con más frecuencia de lo que el receptor espera.
Personas que se dedican a enviar spam. Estas personas están alojadas en países en los que no existen leyes que le penalicen. Lo que hacen para que los analizadores de spam de correo no les encuentren, es cambiar continuamente de IP y dominios (también llamados SPF), porque estos analizadores cuando identifican a los spammer, les penalizan dirigiendo los siguientes envíos directamente a la bandeja de spam.
Los dominios son una dirección de correo electrónico que podemos ver junto al remitente de email, después de abrirlo. Esta dirección va entre los símbolos <>. Son la firma de la plataforma que envía las comunicaciones. Si el nombre de la plataforma no coincide con la del e-mail es muy probable que nuestros envíos terminen en la bandeja de spam o no lleguen a entrar.
Las IP son una etiqueta numérica que identifica a un interfaz, generalmente ordenador. Los ordenadores personales tienen la IP estática, pero las plataformas de e-mail marketing tienen un sistema que pueden cambiar las IP con las que realizar los envíos y utilizar la que mejor se sirva en cada caso para así conseguir los mejores resultados en el envío de e-mail marketing.
Si queréis especializaros más en temas de seguridad no olvidéis revisar esto.
[color=#000080]Biblioteca de seguridad i[/color][color=#000080]nformática[/color]
Aquí os dejamos algunos consejos para conseguir una buena reputación online y llegar a la bandeja de entrada de nuestros contactos.
- Evitar que nuestro SPF sea considerado un spammer.
- Mantener un número no muy grande de IP y mantenerlas en el tiempo, de esta forma tendremos una reputación con un valor estadístico y cuanto mejor sea nuestra reputación, mayor probabilidad tendremos de llegar a la bandeja de entrada y más capacidad de envío tendremos.
- Hacer los envíos de forma gradual, para que los detectores de spam los reconozcan. No superar los 50.000 e-mails en un único envío.
- Mantener la constancia en los envíos, no enviar picos de volumen.
- Siempre permitir la baja y que se pueda realizar de forma sencilla y gratuita.
- Si tenemos servidor privado de mail, no debemos olvidar protegerlo de spammers