Para lograr esa satisfacción de las necesidades y deseos del consumidor, en mercadeo se usan 4 variables controlables que se conocen como la mezcla de mercadeo o marketing mix. Se trata de las 4 P’s: producto, precio, plaza y promoción.
Hoy explicaremos de forma breve y sencilla cada una de las P’s y el papel que cumple cada una dentro del marketing mix.
Lo que dentro de la mezcla de mercadeo llamamos producto es a cualquier bien tangible o servicio prestado. Además, el mismo tiene dos elementos que lo conforman: el producto formal, que es el producto en sí mismo; y el producto ampliado que se trata de todo lo que recibe el consumidor al adquirir el producto.
Por ejemplo, cuando alguien compra un bolso Louis Vuitton, el producto formal es simplemente un bolso, pero el producto ampliado es un bolso de lujo, que brinda cierto status y lleva consigo toda una serie de significados y percepciones sociales.
El producto ampliado también puede consistir en otros productos tangibles (por ejemplo un reloj que viene con varias correas) o servicios adicionales que pueden venir junto a la compra (por ejemplo, extensiones de cabello, que cuando las compras también te las ponen) de un producto formal específico.
Esto se refiere al monto que paga el consumidor por el producto. El mismo puede ser fijado por la empresa (casi siempre), por el gobierno (en el caso de productos regulados), o por el mercado (como es, por ejemplo, el caso de las acciones que se venden en la bolsa).
Al fijar un precio es necesario tomar en cuenta la relación precio-valor. El precio es la cantidad de dinero que cuesta un producto, y el valor es lo que un consumidor considera que debería costar un producto de acuerdo con lo que éste le aporta.
Si el precio se fija muy por encima del valor percibido de un producto, este no se venderá. Por otra parte, si el precio es muy bajo, el mismo no podrá satisfacer la demanda, se agotará y habrá escasez; o en el caso de algunos productos particulares, los consumidores pueden llegar a desconfiar de un precio extremadamente bajo y decidir no realizar la compra.
Aquí quedan englobados todos los esfuerzos que se realizan para llevar un producto desde el fabricante hasta el consumidor de una manera determinada. Es muy fácil pensar que esto se trata nada más del momento en que el producto entra en un camión y es entregado en los puntos de venta, pero esta P no solo se limita al desplazamiento o distribución del producto, sino que también contempla factores como el almacenamiento, la ubicación del producto en los anaqueles, y los agentes o corredores (como sucede en el caso de servicios como pólizas de seguro, por ejemplo).
Esta es la P que la mayoría de la gente piensa que es el mercadeo, dejando por fuera a las otras tres, y aunque es la más visible de las cuatro, en realidad es solo una faceta de la mezcla de mercadeo.
La promoción de refiere a todos los esfuerzos de comunicación que se realizan para posicionar el producto en la mente del consumidor y hacer que, finalmente, se realice la compra (e idealmente la re-compra, hasta generar fidelidad de marca).
Dentro de esta P se encuentran elementos como la publicidad, las relaciones públicas, la promoción de ventas, el mercadeo directo, la venta personal y las redes sociales. Muchas veces una sola acción de mercadeo para esta P englobará a más de uno de los elementos que acabo de mencionar.
Por ejemplo, una marca de bebidas energéticas realiza un torneo de deportes extremos (relaciones públicas), para el cual hace una convocatoria abierta a través de sus cuentas de Twitter, Facebook e Instagram (redes sociales), que a su vez promociona con avisos en prensa, vallas, spot de radio, comercial de televisión y banners en web (publicidad). También busca a deportistas extremos reconocidos y les pide que hablen del evento (relaciones públicas), incorporando una estrategia de influencers a la promoción del evento y además, regala entradas para la final del torneo con una rifa en la que participan las personas que compren un six pack de la bebida (promoción de ventas), y este concurso es notificado a la base de datos de sus consumidores vía mail (mercadeo directo).
Para el evento, la marca invita a la prensa, que a su vez realiza una cobertura del evento (relaciones públicas), y tiene a su propio equipo haciendo cobertura en vivo (redes sociales) y recopilando material para mostrar en foto, video, etc. después del evento en su página web, sus cuentas de Youtube y demás redes sociales.
Es decir, que los elementos de la promoción casi siempre se activarán en conjunto (aunque no siempre todos a la vez), y están entrelazados unos con otros.